Lideresa afrocolombiana, proveniente del municipio de Buenos Aires (Cauca) y presidenta de la Asociación de Mujeres Afrodescendientes del Norte del Cauca -ASOM- se postuló a Comisionada de la Verdad, acompañada por 35 cartas de aval y más de 300 firmas de organizaciones e individualidades afrodescendientes, campesinas y académicas del país, en el actual proceso de selección que busca ocupar el lugar de la Comisionada María Ángela Salazar, quien falleció el pasado 7 de agosto.
Clemencia Carabalí Rodallega cuenta con toda una vida dedicada al trabajo social, comunitario y a la lucha por los derechos de las víctimas del conflicto armado. Durante más de 30 años su labor se ha enfocado en la defensa y reivindicación de los Derechos Humanos y étnico-territoriales de las comunidades negras y de las mujeres afrodescendientes de Colombia, especialmente del Norte del Cauca y la Costa Pacifica caucana. Su trabajo ha contribuido significativamente en la lucha contra la impunidad, desde procesos individuales y colectivos de construcción de memoria y la búsqueda de la dignidad, verdad, reparación y justicia para las víctimas.
En 2019 esta admirable trayectoria la hizo merecedora del Premio Nacional a la Defensa de los Derechos Humanos en Colombia, 2019 -2020, en la categoría Defensora del año. El liderazgo de Clemencia Carabalí ha impulsado procesos colectivos de la mano de otras mujeres negras, entre ellos, la defensa de las prácticas económicas ancestrales como la finca tradicional afrodescendiente y la minería ancestral.
A partir de la reivindicación de la autonomía económica de las mujeres que contribuye al desarrollo propio de sus comunidades, Clemencia ha trabajado sin descanso en la construcción de paz desde el territorio. Por ello hace parte del Movimiento Social y Político de Mujeres Negras,
Afrocolombianas, Raizales y Palenqueras desde sus Identidades diversas, así como de la Red de Mujeres Mediadoras de Colombia.
Como parte de su lucha en favor de los derechos de las víctimas, Clemencia ha liderado procesos de reconstrucción de la memoria y de búsqueda de la verdad; así, ASOM, junto con otras organizaciones documentó los impactos del conflicto armado en las mujeres, niñas y comunidades negras del Norte del Cauca en los informes Voces Valientes y Gritos de Mujeres Negras por la libertad, la reparación y la memoria. En 2001, Clemencia acompañó el proceso de refugio y retorno, de más de mil familias desplazadas de Buenos Aires (Cauca) debido a la masacre del Naya y lideró a nivel local el proceso del piloto de reparación colectiva de comunidades negras iniciado por la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación-CNRR- hasta 2010.
Clemencia también participó, en representación de Colombia, en la reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en junio de este año, donde expuso la situación critica de las y los defensores de DDHH en el país. Hizo parte de la Semana de Conmemoración de la Resolución 1325 “Mujeres, Paz y Seguridad” y del evento paralelo de la ONU sobre mujeres constructoras de paz en Nueva York. Su participación en giras de incidencia en Europa y Estados Unidos en búsqueda de apoyo político que ayude a visibilizar las afectaciones a los derechos humanos de las comunidades étnicas, ha sido estratégica para posicionar la agenda de las comunidades afrodescendientes e indígenas a nivel nacional e internacional.
El esclarecimiento de la verdad en Colombia y el avance hacia la reconciliación de una sociedad con profundos dolores como la nuestra, exigen la escucha sabia de la pluralidad de voces entre las que se encuentran las lideresas sociales y las comunidades étnicas, históricamente discriminadas e invisibilizadas en medio de la guerra. Esas voces deben tomar parte del relato que permita sanar las heridas de nuestra tragedia y edificar la paz. Sin duda, las defensoras de derechos humanos como Clemencia pueden hacer una enorme contribución en esta ardua, pero necesaria tarea.