Testimonio vivo de la lucha milenaria de los pueblos indígenas en nombre de las víctimas y de la Madre Tierra.
Kimy Pernía Domicó fue un líder indígena del pueblo Emberá Katío del Alto Sinú, símbolo de la organización popular y defensor incansable de la naturaleza y las culturas ancestrales. Su nombre, Kimy, significa “lanza” en lengua embera, y lo adoptó en su adultez como reflejo de su espíritu combativo.
Gracias al exmisionero Gordón Hamilton, Kimy aprendió el castellano, lo que le permitió traducir los derechos indígenas a su comunidad y convertirse en un puente entre su pueblo y el mundo exterior.
Defensor del territorio y del río Sinú
En los años 90, Kimy comenzó a enfrentar las amenazas que se cernían sobre su territorio, cuando se otorgó la licencia ambiental para construir la Central Hidroeléctrica Urrá I en Tierralta, Córdoba. Esta obra afectó gravemente la supervivencia de las comunidades indígenas Katío, su autonomía y la existencia misma del río Sinú.
Kimy se opuso firmemente a la construcción de la hidroeléctrica. Denunció la violación del derecho a la consulta previa y presentó una acción de tutela para proteger los derechos ambientales y culturales de su pueblo. El fallo fue favorable a los indígenas.
Resistencia internacional y persecución
Entre 1996 y 1999, lideró movilizaciones en Córdoba y Bogotá. En 1998, presentó otra tutela que reafirmó los derechos de su comunidad.
Sin embargo, su activismo lo convirtió en blanco de amenazas. Fue acusado falsamente de pertenecer a la guerrilla del EPL, encarcelado y posteriormente absuelto. Ante el riesgo, se exilió en Canadá.
Desaparición forzada y verdad
El 2 de junio de 2001, Kimy fue desaparecido por hombres armados que se movilizaban en una motocicleta. En 2007, el excomandante paramilitar Salvatore Mancuso confesó que la orden de desaparecerlo fue dada por Carlos Castaño. Según Mancuso, Kimy fue asesinado en el Nudo del Paramillo y su cuerpo arrojado al río Sinú.
Veinte años después, su hija Marta Pernía dialogó con Mancuso en un espacio de reconocimiento de la Comisión de la Verdad. En sus palabras, la muerte de Kimy dejó a su pueblo huérfano y lleno de dolor.